A la hora de configurar un estilismo debemos tener en cuenta numerosas variables que harán que la persona se sienta a gusto con su aspecto. La moda no es el único determinante que influirá en los looks; deberemos tener en cuenta tanto la silueta de la persona como su rostro.

Así como los estilistas realizamos estudios morfológicos de la silueta, también deberemos tener en cuenta por otro lado el estudio del rostro de las personas, para poder sugerirle distintas técnicas de maquillaje y peluquería que influirán en la belleza del rostro, creando un look favorecedor.

¿Qué es el visagismo?

El visagismo se encarga del estudio de las formas y proporciones del rostro, en todos sus aspectos y elementos (el pelo, los ojos, las cejas…).

El término visagismo procede de la palabra francesa visage, que en español significa rostro. El precursor del uso de dicho concepto fue un estilista francés llamado Claude Juillard, que en la década de los años 80 comenzó a profundizar en el estudio del rostro y sus elementos, que por aquel entonces no eran tenidos en cuenta durante los trabajos de maquillaje y peluquería.

Hasta el día de hoy, el concepto de visagismo se ha ido desarrollando para incluir distintas técnicas que nos ayuden a potenciar toda la belleza de la persona utilizando sus facciones naturales.

¿Qué elementos del rostro debemos tener en cuenta a la hora de realizar un estudio de visagismo?

Las cejas

Las cejas son claves para diseñar un look perfecto. Enmarcan los ojos y el rostro e influyen en la expresión facial. El visagismo de cejas es una de las técnicas más estudiadas para poder realizar un diseño que favorezca a la cara de la persona.

El mentón

Esta zona ocupa un gran espacio en el rostro y será determinante para marcar su tipología, como veremos más adelante. El mentón o barbilla puede ser más ancho o estrecho, y también más prominente o más hundido.

Los pómulos

Los pómulos se sitúan en la parte central del rostro y ocupan gran parte de su superficie. Podemos encontrar pómulos hundidos o más prominentes, algo muy característico en el tipo de rostro en forma de diamante.

La frente

Las frentes anchas o estrechas marcarán la forma del rostro. El uso del flequillo nos ayudará a disimular una frente prominente, además de la aplicación de técnicas de maquillaje añadiendo luces o sombras según sea necesario.

La nariz

Existen diferentes tipos entre los cuales encontramos narices anchas, estrechas, pequeñas, grandes o de estilo aguileño, con un tabique nasal más pronunciado. Sobre la nariz también podemos recurrir al uso del maquillaje para suavizar las narices muy grandes o anchas o para destacar aquellas narices más pequeñas y estrechas.

Tipos de rostros

Al igual que encontramos diferentes tipos de siluetas corporales, estos ejemplos también pueden aplicarse en el caso del rostro, encontrando los siguientes tipos:

Ovalado

El rostro ovalado es una de las formas más favorecedoras. Tiene una proporción equilibrada en todos sus elementos: frente, pómulos, barbilla… Les favorece cualquier tipo de maquillaje.

Rectangular

Este tipo presenta una forma más larga que ancha. Los pómulos, el mentón y las sienes están alineados prácticamente en una misma línea vertical. A la hora de aplicar maquillaje será recomendable aplicar sombras oscuras en la zona posterior del mentón, la zona más cercana a la oreja y las sienes, para lograr equilibrar el rostro.

Triángulo

En este caso el mentón es más ancho que la frente, situando la base del rostro en esta zona. Deberemos aplicar sombras en esta zona y resaltar con iluminador la zona de las sienes para crear un diseño de maquillaje que equilibre las facciones del rostro.

Triángulo invertido

El triángulo invertido es la situación inversa a la anteriormente comentada, donde en este caso la zona de la frente y de las sienes es más ancha que la del mentón. Por ello, a la hora de maquillar un rostro con forma de triángulo invertido tendremos que seguir la técnica contraria a la del triángulo: sombras en las sienes y luz en el mentón para crear más sensación de amplitud.

Cuadrado

Este tipo es muy similar al rostro rectangular. Tiene una altura y anchura equilibradas, con una frente y mandíbula ancha. Sus facciones suelen ser duras y muy marcadas. En este caso sería adecuado el aplicar sombras en sienes y mentón para suavizar sus formas.

Diamante

Este tipo tiene una frente y mentón estrechos y unos pómulos marcados y prominentes que recuerda a la forma de un diamante. En este caso, aplicaríamos sombras en los pómulos e iluminación en frente y mentón para reequilibrar el rostro.

Redondo

El rostro redondo presenta una forma de círculo casi perfecto. Tienen facciones dulces y juveniles. Podemos lograr que un rostro redondo se parezca al ovalado aplicando sombras no muy oscuras en las sienes y el mentón.

Tipos de facciones

Las facciones conforman cada una de las formas y líneas que componen y definen la cara de una persona. Encontramos diferentes tipologías que definen las facciones de una persona, como son:

Éxoticas

Se conocen como facciones exóticas a las que son particulares de cada raza, como puedan ser las facciones asiáticas o caucásicas.

Clásicas

Estas facciones guardan similitudes con los cánones de belleza de las épocas antiguas. Es un tipo de belleza que nunca pasa de moda. Les favorecen los estilos clásicos y sencillos y no les sientan bien los estilos modernos o extravagantes.

Duras

Este tipo de facciones más duras y pronunciadas son muy habituales, y a veces en las mujeres pueden resultar poco femeninas. Para poder encontrar el equilibrio en este tipo de rostros podremos utilizar toques de iluminador que suavicen las facciones.

Añiñadas

Como bien dice su nombre, las personas con facciones añiñadas tendrán un aspecto juvenil a cualquier edad. Los elementos de su rostro son pequeños y están más juntos de lo habitual. Tienen una frente, sienes y mejillas amplias, por lo que no será recomendable aplicar iluminador en estas zonas para no darles un protagonismo excesivo.

Técnicas de visagismo para obtener un rostro perfecto

Tanto en el ámbito de la peluquería como en el del maquillaje, podemos utilizar diferentes técnicas de visagismo para crear un rostro perfecto y equilibrado.

Visagismo en peluquería

El visagismo en peluquería tiene en cuenta otras variables además de la forma del rostro. La forma del cráneo y de la figura física marcarán el tipo de corte más adecuado a cada persona. A cada tipo les favorecerán más un corte más largo, más corto o una forma ondulada o lisa. También se pueden aplicar en el cabello técnicas de sombras e iluminaciones como es en el caso del maquillaje que influirán en el acabado final del rostro.

Visagismo en maquillaje

El maquillaje es una de las técnicas que nos ayudarán especialmente a diseñar un rostro perfecto. Con la aplicación de colores claros y oscuros lograremos crear franjas iluminadas y otras más oscuras que nos ayudarán a equilibrar las facciones del rostro y a potenciar toda la belleza de la persona a la que se le apliquen estas técnicas de visagismo. La técnica conocida como contouring trata especialmente este aspecto de las sombras y las luces en el rostro para aplicarlas en cada elemento facial.

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